10 productos que no pueden faltar en tu cocina

10 productos solidarios que no pueden faltar en tu cocina

13 marzo, 2015.

Extraído de http://blog.oxfamintermon.org/10-productos-solidarios-que-no-pueden-faltar-en-tu-cocina/

¿Sabías que pequeños gestos en tu día a día pueden servir para mejorar la calidad de vida de miles de personas? Una de las maneras de lograrlo es… cocinando. Sí, lo has leído bien: ¡tu cocina puede ser el escenario perfecto para luchar por el cambio! Con algo que haces varias veces al día puedes ayudar a que las condiciones de trabajo de muchísima gente mejoren cada día un poquito más.

¿Cómo? Para empezar, adquiriendo productos de Comercio Justo. El objetivo de este sistema comercial solidario y alternativo es mejorar el acceso al mercado de las personas que producen los alimentos ycambiar las reglas muchas veces injustas del comercio internacional. Por tanto, apoyando el Comercio Justo estarás ayudando —¡y mucho!— a pequeños productores y productoras de numerosas partes del mundo.

Llena la cocina de productos solidarios para luchar contra la pobreza

Productos de Comercio Justo, la clave para una cocina solidaria

Vamos a citar 10 productos que seguro que utilizas cada día en tu cocina y que puedes adquirir en una tienda de Comercio Justo, como la tienda online de Oxfam Intermón. ¡Toma nota!

  1. Café

El café es uno de los productos de alimentación que más valor tiene en el mercado a nivel mundial. Al adquirirlo en una tienda solidaria estarás ayudando a que los campesinos y campesinas de los países que lo producen, como Uganda o Guatemala, por ejemplo, reciban un salario digo por su trabajo.

  1. Cacao

La explotación infantil es una de las grandes lacras de la producción de cacao en los países con más desigualdad, muchos de ellos localizados en África y Latinoamérica. Consumiendo cacao certificado de Comercio Justo puedes estar seguro de que los campesinos y campesinas que los producen no han sufrido explotación alguna por parte de las empresas intermediarias que lo llevan a tu mesa.

Muy cultivado en la India, Sri Lanka y África oriental, es la bebida a base de agua más consumida del mundo. Buena parte de las personas que lo cultivan viven en las propias plantaciones y dependen de las grandes empresas: erradicar esto es uno de los principales objetivos del Comercio Justo. Y está en tus manos.

  1. Azúcar

Uno de los ingredientes más dulces de cualquier cocina ha sido durante años sinónimo de explotación pese a ser uno de los productos más cultivados y consumidos a lo largo y ancho del mundo. ¿Te animas a cambiar la situación?

  1. Cereales

¿Desayunan los pequeños de tu casa con cereales? Hay países en los que muchísimas familias dependen de sus cosechas para sobrevivir, así que una buena manera de contribuir a su bienestar es adquirir para vuestro desayuno sus productos en tiendas de comercio solidario, que es la clave para que estas personas tengan un mejor salario y disminuyan sus riesgos laborales.

  1. Arroz

Pese a ser el alimento básico más importante del mundo, más de mil millones de pequeños productores y productoras tienen que malvender sus cosechas para poder cubrir los costes de sus plantaciones. El Comercio Justo ha permitido grandes mejoras: en la India, por ejemplo, la construcción de puentes y el asfaltado de las calles en algunas comunidades ha permitido combatir las inundaciones monzónicas y facilitar el trabajo de los campesinos y campesinas.

  1. Especias

Pimienta, canela, clavo, curry, jengibre… Son muchas las especias que puedes encontrar con el sello de Comercio Justo. ¡Verás cómo los aderezos te saben mejor!

  1. Textiles de cocina

Al comprar delantales, paños o manoplas en una tienda solidaria estarás contribuyendo a que se respeten los derechos de casi 100 millones de hogares en Pakistán, África, India y la zona de Asia central, cuyos ingresos dependen directamente de las plantaciones algodoneras.

  1. Tazas

La próxima vez que tengas que comprar tazas o boles, acércate a una tienda de productos solidarios: la exportación de artesanía local es una fuente de ingresos importantísima en muchísimos países del mundo, de la que dependen familias enteras para poder tener unas condiciones de vida dignas. ¡Ahí tienes una buena idea para hacer un regalo original y a la vez solidario!

  1. Productos de limpieza

Limpiar los cacharros de cocina es otro motivo para seguir colaborando: muchos detergentes están hechos con productos naturales que provienen, directamente, de pequeños productores, por lo que contienen muchísimos menos productos químicos y son más saludables para ti y tu familia. ¡Ganamos todos!

Preparar tus platos cada día puede ser una buena manera de contribuir a mejorar la situación de personas que lo necesitan, y las tiendas de Comercio Justo pueden ayudarte: te asegurarás de que los productos que entran en tu cocina tienen un origen solidario y saludable. ¿Qué más se puede pedir?

Triple marcaje: etiquetado con información real

El cliente siempre tiene la razón y el poder para cambiar las cosas

La fundación ‘Knowcosters’ defiende la importancia de elegir lo que se compra

Buscar concienciar de las implicaciones políticas y sociales de las decisiones de gasto

Abogan por implantar el triple marcaje o la huella fiscal para contar con una información real

Uno de los lemas de la fundación ‘Knowcosters’.

«Elige una vida, un empleo. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos». Renton, personaje central de la películaTrainspotting, no estaba equivocado al pensar que la vida está llena de decisiones. Y muchas de ellas, como las compras, se hacen de manera inconsciente y sin saber que elegir uno u otro producto puede resultar decisivo para, incluso, salvaguardar el Estado de Bienestar. Así lo piensan desde el movimiento Knowcosters, una entidad sin ánimo de lucro fundada en 2013 que busca concienciar al consumidor de las implicaciones políticas y sociales que acarrea un consumismo más o menos responsable.

“El acto político, social y cívico más importante que puede hacer un ciudadano es consumir. De nada sirve que vayamos cada cuatro años a votar si cada día con tu consumo está diciendo que la economía que quieres que gane no sea la que construye tu Estado de Bienestar», reflexiona Miguel Conde Lobato, fundador del movimiento y presidente y director general creativo de BAP & Conde. «No podemos seguir construyendo un futuro basado en la fuga permanente de consumos —decisiones de gasto— fuera del sistema hacia quienes no respetan las reglas del juego, ya sea tu vecino o un empresario danés quienes las infrinjan”, añade. Para conmemorar el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores y Usuarios, celebrado el pasado 15 de marzo, la fundación ha distribuido de manera gratuita y online el libroKnowcosters. Cuando el low cost es el mal (Netbiblo, 2012), que recoge los fundamentos de la organización.

En su discurso, Miguel Conde «juguetea» con los conceptos bien y mal cuando trata de explicar los males que aquejan a nuestra sociedad actual y que amenazan al Estado de Bienestar: «Una globalización que es real sólo para el capital y que ha provocado una mayor rigidez en el mercado laboral; una mano de obra cada vez menos necesaria y la generalización del crédito que ha derivado en que comprar sea fácil y los objetos tengan cada vez menos valor”, enumera de manera pormenorizada Conde. Otra de las palabras endemoniadas del sistema actual para Conde es la deslocalización, que «ha hecho que se evapore el poder de la territorialidad de las leyes». En definitiva, “un mecanismo diabólico” donde el capital es más poderoso que nunca. Su reflexión, que viene anticipando desde 2007, es fruto de años de trabajo frente a una agencia publicitaria y de la lectura 20 años antes del libro Lo pequeño es hermoso, del economista E.F. Schumacher. “En los 70 se anticipa lo nocivo que son las macro organizaciones para la sociedad humana. Esto que resultaba tan extravagante en 2007 ahora se ve mucho más nítido, por desgracia”, asegura Conde.

Más información es poder

Esa es una de las bases del movimiento Knowcosters. Por eso uno de los objetivos de la fundación es hacer llegar al consumidor información útil, de forma sencilla, para que pueda saber de dónde vienen los productos y hacia dónde llevan al ciudadano. Y sobre todo, cuánto cuestan realmente.

Miguel Conde Lobato, en las escaleras de la agencia BAP Conde en 2012. / XURXO LOBATO

Para ello quieren desarrollar el concepto de triple marcaje. Conde destaca que el precio de venta al público —PVP— “es mentira” porque no se reflejan todos los costes indirectos que el consumidor no conoce y que también está pagando, como son los que afectan al medioambiente —denominado “coste planeta”— y a su impacto social  —“coste Estado bienestar”—. Con el nuevo etiquetado que proponen las marcas estarían informando de cómo afecta en estos tres apartados la adquisición de un producto. “A lo mejor ahorrarme cinco céntimos en cada litro de leche degradando todo el sector agrícola ganadero supone mucho para un consumidor y si conoce esta diferencia prefiere comprar la leche más cara. Comprar algo más barato puede suponer que no haya vacas en una zona tradicional de pastos, lo que acarrea que se abandone el campo, lo que lo convierte en un lugar cubierto de maleza, más propicio a los incendios. Esto nos lleva a la desertización y a la baja calidad de los acuíferos, lo que acaba degradando la zona”, explica Conde.

Desde la fundación pretenden que esta iniciativa, que está áun en desarrollo y tiene el apoyo de varias universidades españolas, sea una medida unificada por un mismo organismo y en un primer momento voluntaria para las empresas. “Hay que empezar de abajo a arriba y preferimos que en un primero momento sea voluntaria, pero no descartamos que sea algo que se establezca de manera obligatoria para todos”, puntualiza Conde.

Un ejemplo del precio en su formato de triple marcaje.

Otra de las iniciativas que ya se han puesto en marcha es la huella fiscal. Este distintivo, que se cede gratuitamente a todas las tiendas online que lo soliciten, informan del país donde se pagan los impuestos, es decir, IVA e Impuesto de Sociedades. De esta manera el consumidor sabrá donde va el dinero de su compra, y si bien tributa aquí o en otros sistemas fiscales.

Alicia Anaya, fundadora de Verdurea, abrió su furtería situada en Las Rozas (Madrid) y la tienda online en octubre de 2013. Casi al mismo tiempo solicitó la huella fiscal. “La añadí por una cuestión de transparencia. Es difícil saber en Internet el origen de la empresa y este simple sello aporta mucho al consumidor aunque esté sea libre de comprar donde quiera”, explica Anaya. A pie de calle, Anaya nota la sensibilidad en sus clientes por saber de dónde vienen los productos que compran. “El consumidor es más solidario de lo que parece, por eso hay que darle toda la información y que sepa qué compra”, añade. Con reparto a toda España, gratuito en la Comunidad de Madrid, esta empresaria compra fruta y verdura de temporada de primera mano a productores locales con el sello ecológico o productos de huerto.

Pero ¿Qué es ser un knowcosters? Alberto Falcón es padre de familia y desde hace cuatro meses ha empezado a aplicar las reglas básicas de este movimiento en sus compras alimentarias, donde cree que le afecta de manera más inmediata por cuestiones sanitarias, asegura. Le gusta comprar en pescaderías de barrio, donde sabe a ciencia cierta la procedencia del pescado, apoyando además a la economía local. Este especialista en marketing online además se siente en la obligación de inculcar a sus hijas, de 5 y 8 años, un consumo más responsable: “No considero que sean pequeñas para hacerles saber las cosas que son esenciales. Trato de hacer campaña en casa para prescindir de ciertos juguetes o para no comprar cosas sólo por capricho. Peleo con ellas para no tirar cosas de manera innecesaria, ya que además, en época de crisis no necesitamos consumir tanto”, asegura Falcón.

La máxima de Miguel Conde, que es optimista en el poder de un ciudadano comprometido, es que por poco que hagas “vas a hacerlo bien”: “Hay que dar pequeños pasos y seguir tu propia intuición. Es como las dietas, no debes pasar de 100 a 0 en poco tiempo. Hay que saber quién me vende y de dónde viene el producto, porque ¿irías a comprar a un sitio donde estén encapuchados? No», explica. «Tenemos que tener claro que los productos que escapan a la etiqueta de low costno tienen por qué ser mas caros. A granel es mejor que comprar conservados y comprar las frutas en temporada es más barato. Esas pequeñas pautas se pueden ir incorporando a tu forma de consumir. En definitiva, es comprometerse con productos que me informen. Hay una buena noticia en todo esto y es que solo se puede mejorar”.

Clasificación mundial de la alimentación

Clasificación mundial de la alimentación

Web

Date posted: January 16, 2014

Países Bajos encabeza la nueva clasificación mundial sobre alimentación de Oxfam

De acuerdo con el nuevo análisis sobre alimentación realizado por la organización internacional del ámbito del desarrollo Oxfam, Países Bajos ocupa la primera posición de la clasificación por contar con la dieta más variada, nutritiva, saludable y asequible* del mundo, por delante de Francia y Suiza que ocupan el segundo puesto. Chad, en cambio, ocupa el 125º lugar (último puesto del ranking), por detrás de Etiopía y Angola.

Varios países europeos ocupan los 20 primeros puestos junto con Australia (que ocupa el 8º lugar), mientras que Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Brasil y Canadá se quedan fuera de las primeras clasificaciones. Por el contrario, los 30 últimos puestos de este índice están ocupados por países africanos, a excepción de cuatro: Laos, Bangladesh, Pakistán y la India.

En esta nueva clasificación sobre alimentación, Oxfam compara datos de 125 países con el objetivo de obtener una imagen clara de los retos a los que la gente se enfrenta a la hora de alimentarse. En el marco de su campaña CRECE, Oxfam hace un llamamiento a cambiar de forma urgente el modo en el que la comida se produce y distribuye en el mundo para acabar con la lacra del hambre puesto que, a pesar de que en el planeta se producen alimentos suficientes para alimentar a todos sus habitantes, una de cada ocho personas se acuesta cada noche con hambre. Para elaborar esta clasificación se ha valorado si las personas cuentan con suficientes alimentos que comer y si siguen una dieta saludable, así como la calidad de la comida y su asequibilidad.

En relación a la asequibilidad, Reino Unido cuenta con uno de los peores indicadores con respecto a otros países de Europa Occidental, compartiendo el puesto número 20 con Chipre. En Gambia, Chad e Irán, los alimentos cuestan 2,5 veces más que cualquier otro bien de consumo, siendo, por tanto, los países en los que más caro resulta comprar comida. Por el contrario, y en términos relativos, los precios de los alimentos en Estados Unidos son los más económicos y estables del mundo. Asimismo, el estudio ha concluido que Angola y Zimbabue son los países en los que los precios de los alimentos sufren una mayor volatilidad.

Los países en los que resulta más difícil conseguir comida suficiente (aquellos con las tasas más elevadas de desnutrición y bajo peso infantil) son Burundi, Yemen, Madagascar y la India. Por otro lado, Camboya y Burundi son los países que mejor puntúan en materia de obesidad y diabetes (aquellos con los niveles más bajos de todo el mundo), mientras que Estados Unidos, México, Fiyi, Jordania, Kuwait y Arabia Saudí son los países con los niveles de obesidad y diabetes más elevados.

Con respecto a la calidad de los alimentos –valorada en términos de diversidad nutricional y acceso a agua salubre–, Islandia obtiene la máxima puntuación. Sin embargo, los niveles de obesidad y diabetes le hacen descender en la clasificación hasta el puesto número 13. Por estos mismos motivos, Estados Unidos desciende en el ranking hasta el puesto número 21.

La directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima, ha señalado: “Esta clasificación analiza aquellas cuestiones que más preocupan a las personas en relación a la alimentación, con independencia de dónde sean. Pone en evidencia que el mundo no es capaz de garantizar que todas las personas puedan alimentarse de forma sana, a pesar de que sí hay alimentos suficientes para ello”.

“La pobreza y la desigualdad son las verdaderas causas del hambre. Cuando la gobernanza es pobre, cuando la distribución es desigual, cuando los mercados fallan y cuando las personas carecen de dinero o recursos suficientes para comprar los alimentos o acceder a los servicios que precisan, se padece hambre”, afirma Byanyima. “Contar con alimentos saludables y suficientes es un lujo del que gran parte del mundo carece”.

Oxfam trabaja en todo el mundo para proporcionar soluciones a largo plazo que ayuden a las personas a cultivar alimentos suficientes para comer o ganarse la vida. En Chad, Oxfam ayuda a familias agricultoras a diversificar sus cultivos, a acceder a formación veterinaria que les permita tener un ganado más resistente, y a construir almacenes de alimentos para que, así, las personas estén mejor preparadas en el que caso de que se produzca una nueva sequía.

A través de nuestra campaña CRECE, desde Oxfam demandamos una mayor inversión en la agricultura a pequeña escala y mejores infraestructuras que permitan impulsar la producción agrícola, disminuir la generación de residuos y mejorar el acceso a los mercados. Asimismo, desde Oxfam también exigimos: la eliminación de los objetivos en torno a biocombustibles que provocan que muchos cultivos que deberían estar destinados a alimentar a personas que padecen hambre acaben en los depósitos de los automóviles; acciones urgentes contra el cambio climático; una mejor regulación de los mercados de materias primas alimentarias para evitar incrementos súbitos de los precios de los alimentos; y una mejor protección de los derechos de las pequeñas familias agricultoras para que no pierdan las tierras de las que dependen para cultivar alimentos.

Metodología

En esta clasificación se valoran cuatro aspectos clave para los consumidores y consumidoras de todo el mundo, teniendo en cuenta dos indicadores diferentes para cada uno de ellos:

  1. ¿Tienen las personas suficientes alimentos para comer? – Valorado en función de los niveles de desnutrición y bajo peso infantil.
  2. ¿Pueden las personas permitirse comprar suficientes alimentos para comer? – Valorado en función de los precios de los alimentos en comparación con otros bienes y servicios de consumo, y según el nivel de volatilidad.
  3. ¿Es buena la calidad de los alimentos? – Valorado según la variedad de la dieta y el acceso a agua salubre, limpia y segura.
  4. ¿Cuáles son los efectos principales de la dieta en la salud? – En función de los niveles de obesidad y diabetes.

Para este estudio se han identificado ocho fuentes de información internacionales que cuentan con datos sobre distintos aspectos del mercado alimentario relevantes para la elaboración de esta tabla. Los datos utilizados son los más recientes, proporcionados por reconocidas organizaciones internacionales: la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Para crear una tabla con datos internacionales comparables se han utilizado fuentes de alcance mundial que puntuasen estos aspectos en 134-200 países y territorios.

Cada una de las fuentes utiliza sistemas de medición distintos por lo que ha sido necesario estandarizar los datos para que pudiesen ser comparados. Para ello, se ha utilizado un estándar de valores mínimos y máximos, convirtiendo los valores según una escala de 0 a 100 en la que la puntuación mínima (la mejor) es 0 y la máxima (la peor) 100 puntos. El proceso consiste en identificar los países con las puntuaciones máximas y mínimas según los valores originales, puntuarlos con 0 y 100 puntos respectivamente, y recalcular las puntuaciones del resto de países en función de esta escala.

La conversión de los valores originales a esta escala ha permitido que las puntuaciones finales sean comparables entre sí. Sin embargo, sólo se han incluido en la clasificación aquellos países para los que se cuentan con datos para los ocho indicadores, a excepción del indicador relativo al bajo peso infantil dado que no existen datos a este respecto para la mayoría de los países desarrollados. Así, se ha considerado que aquellos países que cuentan con una puntuación mínima en desnutrición también cuentan con la mejor puntuación para bajo peso infantil. Así, en esta clasificación se puntúa a un total de 125 países. En aquellos casos en los que no se observan puntuaciones mínimas o máximas, esto significa que hay países con mejores o peores puntuaciones que, sin embargo, no han sido incluidos al no tener datos para todo el resto de indicadores (disponibles datos sin procesar de todos los países).

Tabla de clasificación – Mejores y peores puntuaciones

Cuestiones e indicadores principales

País con mejor puntuación

País con peor puntuación

Puntuación combinada

Países Bajos (6)

Chad (50)

1. Suficiente que comer

Varios países

(28 países; puntuación: 0)

Burundi (89)

Desnutrición

Varios países

(62 países; puntuación: 0)

Burundi (100)

Población infantil con bajo peso

Varios países

(28 países; puntuación: 0)

India (96)

2. Alimentos asequibles

Estados Unidos (6)

Angola (90)

Nivel de los precios de los alimentos (con respecto a otros bienes y servicios)

Países Bajos (6)

Guinea (100)

Volatilidad de los precios de los alimentos

Japón, Canadá y Estados Unidos (1)

Angola y Zimbabue (100)^

3. Calidad de los alimentos

Islandia (0)

Madagascar (86)

Variedad de la dieta

Islandia (0)

Bangladesh y Lesoto (98)

Acceso a agua salubre y segura

Varios países

(32 países; puntuación: 0)

Mozambique (75)

4. Dieta poco saludable

Camboya (1)

Arabia Saudí (54)

Diabetes

Camboya (0)

Arabia Saudí (61)

Obesidad

Bangladesh, Nepal y Etiopía (0)

Kuwait (58)

Informe completo en Clasificación Mundial de la Alimentación

Extraído de http://oxfammexico.org/crece/clasificacion-mundial-de-la-alimentacion/?utm_source=oxf.am&utm_medium=wM4&utm_content=redirect

Europa pone freno al casino financiero de los alimentos

Europa pone freno al casino financiero de los alimentos

Por: Gonzalo Fanjul | 29 de enero de 2014

Extraído de http://blogs.elpais.com/3500-millones/2014/01/la-ue-pone-freno-al-casino-de-los-alimentos.html

Captura de pantalla 2014-01-28 a la(s) 23.51.18Foto: FAO.

No es habitual que las intervenciones de los responsables financieros de la UE despierten algún entusiasmo entre las organizaciones que luchan contra el hambre en el mundo. Hace un par de semanas, sin embargo, muchos de sus representantes contuvieron el aliento mientras el Comisario del Mercado Interior y Servicios Michel Barnier anunciaba una medida largamente esperada: la reforma de las reglas financieras que han convertido los mercados agroalimentarios en un verdadero casino especulativo, contribuyendo a una escalada sin precedentes del precio mundial de los alimentos.

La Directiva sobre Mercados de Instrumentos financieros -que entrará en vigor en dos años- es el resultado de un acuerdo de los 28 Estados miembros y el Parlamento Europeo queintroducirá límites al número de operaciones que los especuladores financieros pueden realizar con productos como el trigo, el azúcar o el maíz. Asimismo, incrementará la transparencia de un mercado que muy a menudo se produce fuera del control de las bolsas reguladas. Fortalecer el escrutinio público ha resultado esencial para mejorar las prácticas de otros mercados sensibles para el desarrollo, como el de lasinversiones en minería y otras industrias extractivas.

Aunque algunas organizaciones han lamentado los intentos británicos de abrir vías de agua en la nueva legislación (incrementando el margen de maniobra de los Gobiernos nacionales, por ejemplo), la noticia ha sido recibida con un entusiasmo mal disimulado por los activistas que llevan años denunciando el efecto de estos instrumentos financieros en la catástrofe económica y alimentaria de millones de familias. El encarecimiento histórico de productos como la leche, los cereales o los aceites vegetales actúo en 2007-08 como un cebo para especuladores a los que la crisis privó de inversiones más rentables. De acuerdo con un informe de la ONG World Development Movement, el número de operaciones con productos derivados creció durante esos años de manera exponencial: entre 2006 y 2008, los inversores especuladores se hicieron con la parte del león de algunos mercados altamente sensibles: el 65% de los contratos sobre maíz largo, el 68% de los de soja o el 80% de los de trigo.

Estas herramientas (como las denominadas «de alta frecuencia», sujetas a modelos computerizados y capaces de hacer varias operaciones por segundo) han contribuido de forma determinante a la volatilidad extrema que caracteriza los mercados de alimentos desde entonces. Una volatilidad que deja ganadores y perdedores: mientras las variaciones a corto de los precios ofrecen provechosas oportunidades de negocio en Londres, Nueva York o Madrid, en regiones como el Sahel -donde los alimentos suponen hasta el 75% del gasto familiar- las variaciones son sinónimo de hambre, niños fuera de la escuela y tratamientos médicos eliminados.

Captura de pantalla 2014-01-28 a la(s) 23.48.41

La reforma aprobada por las instituciones de la UE supone un espaldarazo para quienes han defendido durante años que la crisis alimentaria global responde en parte a factores inducidos que podrían ser corregidos con facilidad. Tal vez no podamos evitar en el corto plazo las alteraciones de la producción derivadas de fenómenos naturales extremos o el incremento de la demanda global por la presión de las economías emergentes, pero sípodemos actuar sobre otros determinantes de la subida de los precios: junto con la especulación financiera, la producción de biocombustibles o medidas comerciales unilaterales como la restricción de exportaciones. En cada uno de estos ámbitos, los intereses de un pequeño grupo de lobbies y operadores comerciales han sido puestos por delante del derecho a no acostarse pensando qué comerán tus hijos al día siguiente. Derrotar estos intereses debe ser una prioridad para cualquier Gobierno interesado en evitar la próxima crisis alimentaria global.

La triste realidad (3)

 «Cómo puede la sonrisa de alguien, hacerme llorar…«

En Febrero del 2006, en el 56 aniversario del festival internacional de films de Berlín, los directores fueron invitados a unirse a una corta competición de films, basado en el tema: «Comida, gustos y hambre». (In February 2006, at the 56th Berlin International Film Festival, Filmmakers were invited to join a Short Film Competition on the Theme: FOOD, TASTE and HUNGER ).
3.600 directores de todo el mundo se unieron a la competencia.  Pero solo 32 films fueron elegidos para ser reproducidos en el «Berlinale Talent Campus». (3.600 Filmmakers from around the world joined the competition. But only 32 Films were were chosen to be screened at the Berlinale Talent Campus). 
Este film encabezó la competición por ser adjudicado a el film corto más popular. (This film topped the Competition by being adjudged the Most Popular Short Film).

Letra extraída de http://www.taringa.net/posts/videos/4985526/La-triste-realidad-Para-pensar.html

«Chicken A la Carte»
«Pollo a la carta»

Let me tell their story…
Déjame decirte su historia…

That no one else can hear…
Que nadie mas puede escuchar…

How can someone’s laughter…
Como puede la risa de alguien…

Bring me close to tears…
Traerme lágrimas…

And you’ll never know…
Y tú nunca sabrás…

Cause you’re never there…
Porqué tu no estás ahí…

After what we’ve seen…
Después de lo que hemos visto…

Can we close our eyes again…
Podemos cerrar nuestros ojos otra vez…

Let me tell their story…
Déjame decirte su historia…

You won’t think is true…
Tu no pensarás que esto es verdadero…

I have no forgotten…
No tengo olvido…

So i’m sharing it with you…
Entonces comparto esto contigo…

For all the things we know…
Por todas las cosas que conocemos…

What have we really learned?…
Que hemos aprendido en realidad?…

Though i close my eyes…
Aunque cierre mis ojos…

THE IMAGES REMAIN…
LAS IMAGENES SIGUEN ESTANDO…

And their story…
Y su historia…

Begins again…
Comienza otra vez…

Around the World, 25.000 people Die of Hunger… EVERY DAY…
En el mundo, 25.000 personas mueren de hambre… CADA DÍA…